Título: Ciberbullying, un problema de acoso escolar
Cita APA: Hernández Prados, Ma Ángeles; Solano Fernández, Isabel Ma (2007). Ciberbullying, un problema de acoso escolar, Revista Iberoamericana de Educación a Distancia, 10,1, pp 17-36.
RESUMEN:
Al inicio de cada nuevo curso escolar, la violencia comienza un incesante camino que va dejando manifestaciones alarmantes en alumnos, profesores o cualquier otro miembro de la comunidad educativa. Como cada año, nos proponemos buscar soluciones, pero el problema es tan acuciante y las medidas educativas tan globalizadoras, que una vez más se convierte en una declaración de intenciones. En este trabajo resaltamos una nueva forma de bullying, o acoso escolar entre alumnos, que está emergiendo gracias a las posibilidades que las Nuevas Tecnologías abren a los agresores: el Ciberbullying. Analizamos dicho concepto, sus características, efectos y las distintas modalidades que puede adoptar. Finalmente, exponemos una breve conclusión reflexionando sobre el enfoque con el que consideramos que deben abordarse las propuestas pedagógicas.
INTRODUCCIÓN:
Tras leer el documento relativo al ciberbullying estamos de acuerdo que éste emplea una metodología comparativa y cualitativa debido a que emplea una metodología comparativa porque constantemente establece una comparación entre el bullying y el ciberbullying, analizándolos mayoritariamente de forma conjunta y reflejando sus similitudes y diferencias. También compara los casos de acoso y más concretamente de ciberbullying en cuanto al tiempo, siendo cada vez más frecuentes los casos de ciberbullying, debido al fácil acceso a los dispositivos electrónicos por parte de los jóvenes estudiantes. Y a su vez, la metodología es también cualitativa ya que explica no solo el concepto de ciberbullying sino también sus componentes, proporciona datos porcentuales, definiciones de los tipos de ciberacoso, etc.
La sociedad ha cambiado y con esto ha aparecido una violencia gratuita para la que todavía no se han encontrado respuestas. La violencia escolar es algo a lo que se exponen todos los adolescentes. Los centros escolares deben ser lugares seguros donde poder dejar a los niños sin preocupaciones para que aprendan y convivan, pero estos no están exentos de conflictividad. Los niños están expuestos a cierta presión y esto a veces crea problemas, la mayoría de ellos se resuelven de una buena manera, pero eso no quita que en algunos casos haya una mala gestión y pueda desencadenar en una serie de respuestas violentas. Cada vez hay más casos de violencia y falta de respeto en los centros escolares y esto es muy negativo para ellos en general, ya que deteriora el ambiente, afecta mucho a los alumnos, no solo al que lo sufre, sino también a su entorno y al profesorado. Y a parte, entran en juego los padres, que se preocupan mucho ante estos casos por la seguridad y bienestar de sus hijos. La violencia es el reflejo de la personalidad, por lo tanto el niño agresor posiblemente no solo muestre esta conducta en la escuela, sino también en los demás lugares en los que está.
CONCLUSIÓN:
Las TIC’s en el hogar suponen una nueva oportunidad de aumentar las posibilidades comunicativas, informativas y funcionales en la vida de la gente, pero a la vez, exigen numerosos desafíos técnicos, sociales, éticos, educativos, pero sobre todo familiares que deben ser objeto de análisis y estudio. El reto para los diseñadores e investigadores de las TIC’s supone conocer los efectos que éstas promueven en las personas, ya que como afirma Edwards y Grinter (2001), incluso tecnologías tan simples como la lavadora pueden tener amplios cambios en la dinámica del hogar y de la sociedad.
Retomando algo que ya expusimos en otra ocasión, no se trata de hacer demagogia de lo tecnológico, pero éste debería ir acompañado del desarrollo ético que favorezca un uso adecuado y saludable de las mismas. Tampoco se trata de demonizar la tecnología, lo cual sería absurdo porque estaríamos dando de lado a artilugios que forman parte de nuestra vida en sociedad. Más bien, reivindicamos una actuación pedagógica que propicie la interacción con las TIC’s desde un plano realmente educativo, constructivo, relacional y ético. Cualquier medida que desde la familia o escuela, como principales ámbitos de intervención educativa, se pongan en funcionamiento, deben eludir a un uso responsable de la red en los jóvenes. Para evitar que se conviertan en ciberacosadores debemos concienciarles de que detrás de una pantalla siempre hay una persona, que merece ser tratada con respeto y que nuestra libertad de expresión no puede ser la excusa para dañar o agredir al otro. No obstante, una de las medidas educativas más generalizadas para garantizar una mayor seguridad de los menores en la red, es el debate sobre la ubicación del ordenador en el hogar, unido al establecimiento de unas normas familiares respecto al uso de las TIC’s (Hernández y Solano, 2005).
Por todos es sabido que no existen recetas mágicas, pero si un joven se siente amenazado, presencial o virtualmente, Díaz Aguado (2004) señala que debe acudir en busca de apoyo a familiares o a un profesor de confianza, ignorar al grupo de agresores en la medida que pueda y no responder a las agresiones con más violencia. Tal y como nos desvelaba el informe sobre violencia escolar del Defensor del Pueblo (2000) el 33% de los alumnos recurren a sus padres para denunciar este tipo de acoso, tratándose de un problema que se encuentra bajo supervisión de los adultos, ya sea el padre o el profesorado. Por el contrario, el cyberbullying, es un tipo de bullying todavía desconocido para la mayoría de los padres, lo que
unido al temor de que el adolescente se vea castigado con una desconexión de la red, tienden a un enmascaramiento mayor de los mismos.
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