Protocolo de actuación: Los protocolos de actuación policial son un conjunto de criterios, mecanismos, procedimientos, estrategias o buenas prácticas que se deben realizar en forma estandarizada, ante cualquier problema que surja. Los protocolos de actuación oficiales se aplican cuando se ha producido un caso de acoso, son orientativos y no especifican ni en tiempo ni en forma las actuaciones necesarias. Son protocolos lentos y burocráticos cuyo fin principal es registrar el caso de acoso y delimitar responsabilidades.
Nuestro punto de vista es que el protocolo de actuación debe ponerse en marcha también como prevención. Nosotros contemplamos nuestro protocolo de actuación, como una parte del Plan Nacional contra el Acoso Escolar. Actuando en la sensibilización y en la prevención, conseguiremos reducir la incidencia del acoso escolar.
Según el plan nacional de actuación:
Como punto de partida, realizamos una charla formativa al equipo docente, centrada en la prevención, detección temprana e intervención ante el acoso escolar y las directrices para pasar el test TEBAE. Consideramos que es imprescindible medir la incidencia del acoso escolar previa y posteriormente a la intervención en cada centro escolar. De esta manera podremos valorar el resultado de las intervenciones realizadas.
Para ello utilizaremos el test TEBAE (Test de Evaluación Breve del Acoso Escolar), con el sistema de medición informatizada, que no permite ninguna manipulación interesada y mide la frecuencia e intensidad del acoso escolar y la existencia o no de daño psicológico. Una vez realizado el test TEBAE, procederemos a la campaña de sensibilización, realizando en cada aula una charla que ayude a los escolares a identificar el acoso escolar –los elementos que intervienen en el mismo, como se origina y el daño que puede ocasionar en la víctima- y a diferenciarlo de un conflicto puntual entre iguales.
Para ello empleamos, además de una breve presentación, unos ejercicios grupales en role playing, para enseñar de forma pro-activa conceptos como la empatía, la inclusión, el respeto a lo diferente, la asertividad y la confianza. A partir de los 10 años, se amplía esta formación con pautas de prevención y protección ante el ciberacoso.
La segunda etapa es la formación en prevención entre iguales, impartida a dos alumnos por aula seleccionados por su tutor, que ejercerán labores de ayudantes. Su labor es la de observar, intervenir y avisar. No es una mediación entre acosado y acosador, ya que esta no es posible, al haber desigualdad de poder y un acosador que está maltratando a la víctima. Es una labor de desactivar la espiral de violencia cuando ésta se produce. Ya que el proceso de acoso escolar suele ocurrir cuando no se encuentra un adulto presente, la intervención de dos alumnos observadores, que tienen un liderazgo positivo en el aula, ayuda a prevenir las situaciones de maltrato entre iguales y a que estas se normalicen.
Al centro escolar se le entrega el protocolo de actuación que hemos realizado como complemento al protocolo oficial, para que se actúe con celeridad en la investigación de cualquier conflicto que se produzca, con especial hincapié en la protección de la víctima. Los protocolos oficiales actuales son orientativos y cada comunidad autónoma tiene un reglamento distinto. Son protocolos que no están funcionando, por lentitud y/o dejación de funciones. A menudo se pretende registrar el acoso de manera burocrática y administrativa, antes que actuar y proteger a la víctima.
De forma paralela, se realiza una charla a los padres y al personal no docente, sobre prevención, detección temprana e intervención, y estrategias de apoyo y refuerzo a sus hijos. El acoso escolar muchas veces se produce en pasillos, vestuarios, comedor o ruta de autobús, y consideramos que es necesario que el personal no docente del centro escolar también posea la formación adecuada.
Como actividad curricular, se entrega a cada centro escolar, diversas herramientas didácticas de uso en el aula, como libros –cuentos en primaria y novelas en secundaria- que abordan el acoso escolar de manera implícita o explícita y que sirven de actividad complementaria en la sensibilización; e incluso videojuegos especializados en la prevención del acoso escolar si el centro escolar tiene la capacidad logística para su aplicación. De esta manera se implementa la prevención de la violencia en las aulas, de la misma manera que se implementa la educación vial, por poner un ejemplo. Esta herramienta sirve de hilo conductor de la intervención y propicia que la formación en prevención de la violencia en el centro escolar se mantenga presente durante todo el curso académico. El equipo docente recibe las guías didácticas para que apliquen la herramienta sin que ello les suponga un esfuerzo en tu tarea diaria. La herramienta didáctica se desarrolla en 5 sesiones –una cada mes desde enero a mayo.
Poco antes de la finalización del curso académico, volvemos a pasar el test TEBAE, para comprobar de manera científica la evolución del acoso escolar tras las intervenciones realizadas desde el Plan Nacional
Referencia: https://aepae.es/entrevista-aepae-continente-lxs-rarxs
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